El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales negó este lunes que recibiera dinero "de manera irregular", tras declarar ante la juez que investiga una supuesta corrupción y presuntos contratos irregulares durante su mandato.

"Lo que mantengo y mantendré siempre y estoy convencido de que se acabará haciendo justicia, es que jamás ha habido ningún dinero que se reciba de manera irregular, jamás ha habido ninguna licitación irregular", afirmó Rubiales a la prensa a su salida del juzgado de Majadahonda, cerca de Madrid.

El expresidente federativo añadió haber obrado "con la máxima excelencia y en la búsqueda de la legalidad".

Rubiales, que dimitió en septiembre pasado tras el escándalo del beso forzado a la internacional Jenni Hermoso en el Mundial de Australia, declaró este lunes ante la jueza que investiga presuntos contratos irregulares durante su mandato.

La magistrada le investiga por "la supuesta comisión de un delito de administración desleal y otro delito de corrupción en los negocios", informaron fuentes judiciales.

Entre los contratos bajo sospecha estarían los relacionados con el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudita, que han supuesto unos 40 millones de euros anuales (43,3 millones de dólares) para la RFEF, o los trabajos de remodelación del estadio de La Cartuja en Sevilla, donde la selección española ha jugado muchos de sus encuentros.

"Nunca en mi vida he pegado una mordida", había afirmado Rubiales a principios de mes en una entrevista con la televisión La Sexta, en la que también afirmó que "jamás he amañado un contrato".

El expresidente federativo reiteró a La Sexta que el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudita se hizo porque era "la mejor oferta".

Rubiales rechazó haber cobrado comisiones por ello y también negó que las hubiera podido cobrar el exfutbolista Gerard Piqué, cuya empresa Kosmos medió en la operación.

"Fue Kosmos quien trajo a Arabia Saudí", recordó en la entrevista el expresidente de la RFEF, que compareció en el juzgado este lunes tras su vuelta el 3 de abril de República Dominicana, cuando fue retenido brevemente en el aeropuerto de Madrid por la Guardia Civil para informarle de su situación en el caso.

"He contestado a todas las preguntas que me han hecho, y si tengo que volver aquí, porque su señoría así lo indica, aquí voy a estar, colaborando. Soy el más interesado en que todo se aclare", afirmó este lunes a la prensa.

Rubiales, que calificó de "muy buena" su gestión durante su mandato entre 2018 y 2023, tendrá que comparecer cada mes en el juzgado, al que deberá pedir permiso en caso de viajar fuera de España, informaron fuentes judiciales.

En este caso también se encuentra investigado su sucesor al frente de la RFEF, Pedro Rocha, que el viernes pasado fue oficializado como nuevo presidente de la Federación.

Rocha había sido citado a declarar el 12 de abril como testigo en el caso ante la magistrada, que decidió poco después de empezar a escucharle, parar su comparecencia y cambiar su condición de testigo a imputado.

Además de este caso, Rubiales está a la espera de que la justicia española fije una fecha para su juicio por el beso forzado a Jenni Hermoso, en el que la fiscalía ha solicitado 2,5 años de cárcel contra él.

El Ministerio Público acusa a Rubiales de un delito de agresión sexual, por el beso en sí, y otro de coacciones, por haber presionado a la deportista para que "justificara y aprobara el beso que contra su voluntad" había recibido, según indicó el Ministerio Fiscal en su escrito, al que tuvo acceso la AFP.

afp/livefutbol